Vitamina E y Embarazo: cuando es perjudicial?
Tomar Vitamina E durante el embarazo puede ser contraproducente. Mientras que por un lado en dosis bajas (normalmente lo que tu cuerpo pueda absorber a través de tu dieta), suplementarla puede tener graves consecuencias.
Qué es la vitamina e y para qué sirve?
La Vitamina E es una vitamina liposoluble que funciona como antioxidante y proviene fundamentalmente de aceites vegetales.
Interviene en la conservación de la estructura de las membranas celulares, por lo que se considera muy importante durante el embarazo ya que las células de tu bebé se están reproduciendo a gran velocidad. Al parecer, es especialmente importante en el crecimiento de los pulmones.
Algunos estudios afirman que mantener niveles adecuados de Vitamina E en el embarazo favorece el equilibrio de tus niveles de azúcar en el sangre, así como previenen futuros problemas respiratorios y de asma en tu bebé.
También se ha utilizado la Vitamina E para quedarse embarazada, ya que tanto estimula la motilidad de los espermatozoides en el hombre, así como previene abortos reforzando el útero y el saco amniótico.
Parece ser un nutriente importantísimo para el embarazo pero… no te lances a tomarlo todavía. Descubre antes lo que puede suceder cuando se juntan exceso de vitamina E y embarazo.
Vitamina E durante el Embarazo: qué peligros encierra?
La dosis recomendada de Vitamina E en adultos es de 22-30 mg/día, lo cual suele conseguirse fácilmente siguiendo una dieta equilibrada – especialmente en el caso de la dieta mediterránea (mas abajo te hablare de los alimentos ricos en ella).
Sin embargo, varios estudios nos avisan de sus riesgos:
El obstetra y profesor Stuart Campbell relacionó en sus pruebas el exceso de suplementación de Vitamina E en el embarazo con un aumento notable de casos de bajo peso al nacer, problemas de salud e incluso muerte fetal. Al parecer, la Vitamina E interferiría con el sistema inmune haciendo que éste considerase el feto como un elemento invasor y lo atacara. También podría afectar el correcto funcionamiento de la placenta afectando la correcta transmisión de nutrientes al bebé.
Otro estudio en el hospital de St. Thomas en Londres detectó que mujeres que se suplementaron hasta 100 veces más de la dosis diaria recomendada y al mismo tiempo también aumentaron de forma importante su consumo de Vitamina C desarrollaron preclamsia mucho antes que el grupo de control que no lo hizo.
Finalmente, otro estudio en Rotterdam indicó que las mujeres que consumieron mas de 14.9mg/día (tanto por la dieta como mediante tabletas de vitaminas durante el embarazo) mostraron 6 veces más riesgo de que su bebé desarrollara problemas coronarios (enfermedades del corazón) o síndrome de Down.
Este estudio en especial me parece algo alarmante, ya que estamos hablando de poco más de la mitad de la dosis diaria recomendada. De todas formas, al parecer se realizó a partir de encuestas hospitalarias a madres que ya habían tenido a su bebé, y a las cuales se les preguntaba sobre su dieta y hábitos alimenticios durante el embarazo y el mes anterior a la fecundación, por lo cual los resultados no serían concluyentes. En todo caso, sí parece recomendarse el NO suplementar con Vitamina E durante el embarazo y en las vitaminas prenatales, y limitarse a lo que el cuerpo pueda asimilar de la dieta.
Alimentos ricos en Vitamina E
– Pipas de girasol. Probablemente el alimento con más Vitamina E: 37mg/100gr. Al pesar poco, es difícil comer demasiadas: no pasa nada por añadir unas cuantas a la ensalada, pero mejor evitarlas como snack. Esos sí, las crudiveganas deberían limitar el consumo de los crackers, hamburgesas y otras recetas gourmet que las contengan en cantidades altas para evitar un exceso de Vitamina E en el embarazo.
– Almendras y avellanas. Las almendras contienen 23.98mg/100mg, y 100mg equivale a unos 2/3 de un vaso de los que regalan con la Nocilla. Es una cantidad muy grande para tomársela de una sentada, pero determinados alimentos como la leche de almendras, la crema de almendras y muchos postres crudiveganos pueden fácilmente superar la dosis diaria con una sola ración. Lo mismo vale para las avellanas, con 24.98mg/100gr.
– Aceite de Oliva y de girasol. Una cucharada de aceite de oliva o de girasol cubre un 10% de tu CDR. Si no te estás pasando con otros alimentos muy ricos en Vitamina E, cocinar con estos aceites es la mejor forma de asegurar que no tengas deficiencias y al mismo tiempo tampoco te excedas.
– Aguacate. Una unidad cubre el 20% de tu CRD (2.1mg/100gr).
– Cacauetes. Llevan 10.9mg/100gr, así que mejor tampoco abusar. Ten en cuenta que con sólo un par de cucharadas de manteca de cacahuete (la famosa peanut butter), ya llegas al 14% de la dosis diaria recomendada.
– Huevo. Las ovo-lacto tienen que tener en cuenta que dos huevos duros contienen 4.78mg/100gr (el 7% de tu CDR).
– Pistachos. Contienen 4.16mg/100gr. Es difícil pasarse, a no ser que tomes un postre o una barrita energética que los contenga en gran cantidad.
– Tomátes, pimiento rojo, espinacas, acelgas y brócoli. De entre las verduras son las que llevan más cantidad, aunque no tanta como el resto de alimentos que hemos comentado hasta ahora: con una ración cubres alrededor de un 3-4% de tus necesidades diarias. Su consumo es seguro y no desequilibrará tus niveles de Vitamina E durante el embarazo.
– Papaya, cerezas y arándanos. Son las frutas más ricas en Vitamina E, pero igual que con las verduras, es difícil pasarse puesto que 100gr llevan menos de 1mg.
– Para las flexivegetarianas: las gambas y la trucha son los pescados a tener en cuenta. 4 gambas cubren el 2% de tu CDR, y un filete de trucha el 10%.
[icon color=”#54526E” size=”18″ type=”icon-question-sign” unit=”px” ] Y tú? La conversación empieza ahora en los comentarios. Cuéntanos: cómo gestionas tu consumo de Vitamina E en el embarazo?